Reconozco que entre mis pocas virtudes no está la de diferenciar entre verdes. Igual es algún tipo de daltonismo, no sé, porque a mí me encanta hacer rutas de senderismo por el campo. Pero los espárragos… no los veo. Y las setas, ¡menos aún! Con la llegada por fin de las primeras lluvias del otoño, y este calorcito que no se acaba de ir del Campo de Gibraltar, seguro que son muchos los que se han lanzado a nuestros montes a recolectar boletus, a hacerles fotos o a comerlos. ¡Eso sí que sé hacerlo yo! Por eso, en esta entrada del blog de Araceli quiero enseñarte mis bares preferidos para comer setas.

Calcetas, una de las setas que se encuentran en Los Alcornocales.
Seguro que estos días ponen setas en muchos bares y restaurantes del Campo de Gibraltar. Tenemos dos parques naturales, y entre los alcornoques surgen más de un centenar de hongos diferentes, y al menos 50 son comestibles. En una ocasión hice un reportaje para Europa Sur en el que me contaron que las más conocidas son los distintos tipos de boletus, la chantarella, el champiñón silvestre y la calceta. Yo no me atrevo a cogerlos, porque ya he reconocido públicamente que veo poco y, sobre todo, porque es peligroso y hay que saber identificarlas.

Chantarelas, una de las setas más típicas de la zona.
Lo que sí puedo es hacerles fotos, si alguien me las señala ;). La Agrupación Fotográfica de Los Barrios, el Ayuntamiento, la Asociación Micológica Mairei y la oficina del Parque Natural de Los Alcornocales convocaron un concurso sobre setas y hongos del parque natural. Los fotógrafos que han querido participar este año lo han tenido un tanto difícil por la falta de lluvias. Pero seguro que no son pocos los que estos días inmortalizan setas para el concurso.

La amanita caesaria, o yema, una seta exquisita.
Pero vamos a lo importante: ¿dónde se comen setas en el Campo de Gibraltar? Igual que en mayo/junio lo suyo es ir a Tarifa a comer atún rojo, en otoño el foco está en el norte de la comarca. Por eso mis restaurantes favoritos para comer setas están en Jimena de la Frontera. Si os vais por la mañanita y dejáis reservada la mesa, merece la pena darse una vuelta por el castillo y disfrutar de las vistas desde allí arriba.
Las croquetas de setas del Anón están deliciosas, aunque la pluma con chantarelas del Cuenca… también está buenísima. Los revueltos del Ventorrillero merecen una visita de domingo, y para un paseo más largo y una comida agradable, también me gusta el restaurante de La Estación de San Pablo. Seguro que hay muchos más sitios de los que os he puesto aquí, y no solo en Jimena. Si conocéis alguno más, ¡contadme en los comentarios!